De la tempestuosa relación romántica entre Gertrudis Gómez de Avellaneda y el abogado Ignacio de Cepeda y Alcalde se conserva una completa correspondencia epistolar publicada en 1907 por Lorenzo Cruz de Fuentes, tras la muerte de Cepeda y a instancias de su viuda, María de Córdova y Govantes.  Las Cartas de Gertrudis Gómez de Avellaneda a Cepeda han de leerse como una continuación de la Autobiografía, donde la autora ya expresaba su sentimiento amoroso hacia el mencionado Cepeda y, al mismo tiempo, manifestaba su naturaleza como escritora romántica. En las primeras cartas, entre julio de 1839 y abril de 1840, la relación se define en términos de amistad, de fraternidad. Más tarde, sin embargo, irrumpe la pasión. Después hay un período de separación que coincide con el comienzo de la actividad literaria pública de Avellaneda. La relación epistolar vuelve a restablecerse de una manera regular en 1846, en un contexto de comunicación de amigos/amantes. En una segunda fase, alrededor de 1847, tras el breve matrimonio de Avellaneda con Pedro Sabater, la relación se plantea ahora en términos de amor-pasión por parte de Avellaneda, pero no de Cepeda. La ruptura definitiva se produce en la carta 35 donde dice Avellaneda: «será la última vez que nos hablemos en este mundo»; y en la 36 se procede a la devolución de las cartas con la que se sella el final de su relación.

Gertrudis Gómez de Avellaneda (Camagüey, 1814-Madrid, 1873). Cuba. Era hija de un oficial de la marina española y de una cubana. Escribió novelas y dramas y fue actriz. Estudió francés y leyó mucho, sobre todo autores españoles y franceses. Tras una corta estancia en Burdeos, vivió un año en La Coruña y después en Sevilla, donde conoció a Ignacio Cepeda, con quien tuvo un romance. Por esta época ejerció el periodismo y estrenó su primer drama. Su creciente prestigio literario le permitió establecer amistad con Espronceda y Zorrilla. Poco después se casó con Pedro Sabater, quien murió tres meses más tarde. Tras un retiro conventual, la Avellaneda volvió a Madrid y, entre 1846 y 1858, estrenó al menos trece obras dramáticas. Hacia 1853 quiso entrar en la Academia Española, pero se le negó por ser mujer. En 1855 se casó con el coronel Domingo Verdugo, conocida figura política que en 1858 fue víctima de un atentado. Más tarde éste fue nombrado para un cargo oficial en Cuba. Entonces la Avellaneda dirigió en La Habana la revista Álbum cubano de lo bueno y de lo bello (1860). Su marido murió en 1863 y ella se fue a los Estados Unidos. Estuvo en Londres y París y regresó a Madrid en 1864. Durante los cuatro años siguientes vivió en Sevilla. Utilizó el seudónimo de La peregrina.

Weitere Produkte vom selben Autor

Download
ePUB
Sab Gertrudis Gómez de Avellaneda

2,99 €*
Download
ePUB
Guatimozín Gertrudis Gómez de Avellaneda

2,99 €*
Download
ePUB
Diario de amor Gertrudis Gómez de Avellaneda

2,99 €*
Download
ePUB
Autobiografía Gertrudis Gómez de Avellaneda

0,99 €*