Discurso sobre la agricultura de La Habana y medios de fomentarla
Autor: | Francisco de Arango y Parreño |
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EAN: | 9788490078280 |
eBook Format: | ePUB |
Sprache: | metaCatalog.groups.language.options.español |
Produktart: | eBook |
Veröffentlichungsdatum: | 10.12.2022 |
Kategorie: | |
Schlagworte: | Caribe Cuba Habana |
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En Discurso sobre la agricultura de La Habana y medios de fomentarla, Francisco de Arango y Parreño analiza de forma global las características de una empresa fabril azucarera. Escribe sobre su flujo de producción, pasando por la fuerza de trabajo, hasta la financiación, la distribución y los mercados. En opinión del ensayista cubano Jorge Mañach: «El Discurso sobre la agricultura en La Habana y medios de fomentarla(1792) es el escrito más considerable de Arango, y en él se trazan las bases de aquella reforma. Esencialmente, constituye la primera formulación, en el terreno económico, del pensamiento relativista cubano, que después ha de desplegarse con otras derivaciones. A despecho de su «asimilismo» en el orden político -es decir, la afirmación teórica de la identidad de derechos administrativos y civiles entre la Metrópoli y su colonia-, lo que en el fondo anima el pensamiento de Arango y Parreño es, en cierto modo, una idea contraria: la de que Cuba es tierra distinta, ámbito de intereses propios y peculiares, entidad no asimilable a la Madre Patria, ni susceptible, por tanto, de ser regida por las normas del absolutismo peninsular. En Arango se hallaba, pues, en germen, la doctrina central cubana de todo un siglo.» El Discurso sobre la agricultura de La Habana es mucho más que un manual de agricultura. En este libro Arango va más allá del estudio minucioso de la producción del azúcar. Lleva su análisis al fomento de su cultivo por razones geopolíticas. No en vano cincuenta años después Cuba gozaba de una poderosa economía gracias a su producción de azúcar. Y, también, cabe decirlo, sustentada en la mano de obra esclava que requería tal producción.
Francisco de Arango y Parreño fue el gran auspiciador del liberalismo económico en Cuba desde fines del siglo XVIII hasta las primeras décadas del XIX. El pensamiento económico de Arango estuvo a la altura del de Adam Smith, cuya obra conocía. Arango supo utilizar las coyunturas políticas y económicas de su tiempo para conseguir la liberalización de las relaciones comerciales, el fomento de la trata de esclavos y la consolidación del sistema de producción esclavista, lo cual condujo a un intenso desarrollo de la economía y de la agricultura colonial en Cuba. Una vez alcanzado el auge económico deseado y hecho patente la necesidad de introducir nuevas tecnologías para mantener la competitividad en el mercado mundial, su objetivo fue acelerar la introducción de mano de obra libre y blanquear tanto la producción como la población mediante la abolición del tráfico. Para conseguir la aprobación de la Corona, Arango utiliza en su correspondencia representaciones del sujeto africano basadas en los estereotipos del esclavo dócil y el esclavo rebelde. Por lo general, para fomentar la trata usa la imagen del esclavo dócil en relación con Cuba, mientras que la del rebelde la asocia con Haití. Para apoyar el blanqueamiento, sin embargo, le atribuye la rebeldía al sujeto de origen africano en Cuba. Además de trazar cómo Arango modifica su posición respecto a la trata para favorecer los intereses económicos y culturales de la oligarquía, este ensayo analiza cómo las construcciones dicotómicas del sujeto dócil y el rebelde son centrales en su discurso.
Francisco de Arango y Parreño fue el gran auspiciador del liberalismo económico en Cuba desde fines del siglo XVIII hasta las primeras décadas del XIX. El pensamiento económico de Arango estuvo a la altura del de Adam Smith, cuya obra conocía. Arango supo utilizar las coyunturas políticas y económicas de su tiempo para conseguir la liberalización de las relaciones comerciales, el fomento de la trata de esclavos y la consolidación del sistema de producción esclavista, lo cual condujo a un intenso desarrollo de la economía y de la agricultura colonial en Cuba. Una vez alcanzado el auge económico deseado y hecho patente la necesidad de introducir nuevas tecnologías para mantener la competitividad en el mercado mundial, su objetivo fue acelerar la introducción de mano de obra libre y blanquear tanto la producción como la población mediante la abolición del tráfico. Para conseguir la aprobación de la Corona, Arango utiliza en su correspondencia representaciones del sujeto africano basadas en los estereotipos del esclavo dócil y el esclavo rebelde. Por lo general, para fomentar la trata usa la imagen del esclavo dócil en relación con Cuba, mientras que la del rebelde la asocia con Haití. Para apoyar el blanqueamiento, sin embargo, le atribuye la rebeldía al sujeto de origen africano en Cuba. Además de trazar cómo Arango modifica su posición respecto a la trata para favorecer los intereses económicos y culturales de la oligarquía, este ensayo analiza cómo las construcciones dicotómicas del sujeto dócil y el rebelde son centrales en su discurso.