Europa: Restauración y revolución

Los últimos vestigios del Antiguo Régimen, que inútilmente pretenderán defender las antiguas clases dirigentes, quedarán barridos del escenario europeo por el empuje de las nuevas fuerzas surgidas de la revolución industrial. Aún predominan los factores de la economía tradicional: la producción agrícola es superior a la industrial; los transportes continúan siendo lentos y caros, a pesar de la creciente extensión de los ferrocarriles; las oligarquías financieras no prodigan los créditos bancarios. Pero surge, pujante, apoyada en el soporte ideológico que le ofrece el liberalismo, una burguesía conformista que contemplará impávida la depauperación constante de las masas trabajadoras, excluidas de los derechos políticos. No faltarán economistas y reformadores que, reflexionando sobre las dificultades, crisis y reacciones que aquejan a Europa, propugnarán soluciones voluntaristas, espiritualistas y reformistas. Sus adversarios les llamarán 'utópicos'. En torno a 1848, Marx y Engels elaborarán el socialismo científico: las luchas de las masas trabajadoras adquirirán nueva dimensión, y el movimiento doctrinal antiburgués ganará fuerza en todos los países que se industrializan.

Jacques Droz fue uno de los más prestigiosos historiadores de Europa. Reconocido por su investigación en historia germánica y de las ideas políticas, publicó numerosos trabajos sobre historia contemporánea, entre los que destacan Le Socialisme démocratique (1945-1963), traducido al castellano con el titulo Historia del socialismo, Historie diplomatique de 1648 à 1919, Les révolutions allemandes de 1848, Le romantisme allemand et l'État, Histoire d'Allemagne, Le libéralisme rhénan, 1815-1848 y Contribution à l'histoire du libéralisme.

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