Expedición de catalanes y aragoneses al Oriente

Expedición de catalanes y aragoneses al Oriente contra turcos y griegos de Francisco de Moncada se imprimió en 1623, si bien la dedicatoria lleva fecha de 1620. Como fuente utiliza la Crónica medieval en catalán de Ramón Muntaner, pero tiene en cuenta otras diversas fuentes nacionales y griegas para aquilatar los puntos dudosos. Moncada es un historiador riguroso que contrasta fuentes, pero también un hábil escritor de elegante estilo y un político atento que sabe utilizar el pasado para extraer consecuencias en el presente. Su estilo, por otra parte, parece evocar a Salustio y Tito Livio. La Expedición de catalanes y aragoneses al Oriente relata los avatares de la Gran Compañía Catalana al mando de Roger de Flor, ejército de infantería ligera formado por mercenarios aragoneses y catalanes, llamados almogávares, enviado a Constantinopla para ayudar a los griegos a luchar contra los turcos. La expedición estuvo en 1300 en el asedio de Mesina. Roger de Flor redactó también el tratado entre el emperador bizantino y los catalanes y defendió la ciudad de Galípoli del ataque de los genoveses.

Francisco de Moncada, conde de Osona, fue hijo y heredero del segundo marqués de Aitona. Nacido tal vez en diciembre de 1586, desempeñó diversas misiones al servicio de los reyes Felipe II y Felipe III, siendo en diversas épocas Consejero de Estado y Guerra del primero, gobernador y virrey de Flandes, y representante de la Corona española ante la corte de Alemania. Su exposición histórica, clara, realista y detallada, cae a veces en ingenuidades y exageraciones, lo que hace que su narración se acerque en gran medida a la tradición que los libros de caballerías venían manteniendo. No obstante, el carácter épico y aún novelesco del relato no adultera en esencia la historicidad de la Expedición, haciéndole ganar en cambio en interés, de modo que hoy puede leerse no sólo como historia sino también como apasionante aventura literaria. Mostró pronto interés en las humanidades, y en Flandes y Viena ejerció delicadas labores diplomáticas para el rey Felipe IV y el conde duque de Olivares. Se casó con Margarita deCastro y Cervellón, Baronesa de la Laguna, y fue embajador en Alemania. Tuvo una delicada misión secreta en Cataluña como conciliador y asistió a la Dieta de Hungría, en que se coronó rey de aquel país el archiduque Fernando. Después fue a los Países Bajos como embajador extraordinario junto a la infanta Isabel Clara, en un momento difícil para la Corona de España. A la muerte de la infanta quedó él mismo como gobernador de los Países Bajos, obteniendo algunas victorias militares. Murió en Goch, en 1635. Felipe IV dijo de él que era 'ministro de muchas prendas y tal que no veo hoy otro que le iguale'.

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