Hombre de cristal

La mirada sincera a mis propias entrañas que, por dolor, aplazo. El miedo me atenaza y siempre devuelve una imagen extraña, una realidad que duele, que nunca me engaña. Esas dudas terribles de cada mañana, al descubrir que mi vida no es la que yo recordaba.

Antonio Rodríguez Cerezo (Madroñera, Cáceres; 1964) empezó a escribir poesía con trece años a raíz del encargo de un profesor de literatura. Ese primer poema forma parte de este libro, en el que destaca la influencia de Miguel Hernández. Antonio utiliza la poesía como una forma de expresión sencilla de los pensamientos y sentimientos del autor, y confía en su efecto sanador. Su mayor deseo es que Hombre de cristal ayude también al lector a expresar todo aquello que guarda en su mente y su corazón.