Moralidad y política. La felicidad según los antiguos griegos y Rousseau

Todo el mundo quiere ser feliz. Pero, ¿a qué precio y cómo conseguirlo? Hoy, más que nunca, todo el mundo quiere ser feliz. Sin embargo, en esta época de múltiples crisis morales, políticas, económicas y sanitarias, el hombre languidece, gime y ha perdido toda esperanza de ser feliz. Parece que el objetivo de este análisis en este contexto es reflexionar sobre las diferentes posibilidades de conocer la felicidad más allá de la contingencia. En efecto, partiendo del campo conceptual de los antiguos griegos y de Jean-Jacques Rousseau, nos planteamos cómo pintar la dimensión moral y política de la felicidad. La primera se relaciona con la soledad, con la búsqueda del bien interior. Es en su texto sobre Les rêveries du promeneur solitaire donde pinta esta felicidad natural del hombre solitario en medio de la naturaleza. La felicidad es, pues, una cuestión de realización personal, de repliegue sobre uno mismo y, por tanto, de alejamiento de las ciudades. El segundo, en cambio, es social y se refiere a la convivencia, ya que su contractualismo establece las reglas del derecho en Du Contrat social. Preocupado por el bienestar de sus semejantes, emprendió una reflexión sobre la felicidad de la sociedad.