Relatos de Yásnaia Poliana

Entre 1871 y 1875 Tolstói publicó varios volúmenes de relatos para enseñar a leer y a escribir a los alumnos de su escuela de Yásnaia Poliana, su localidad de nacimiento. Su intención era lograr un modo de contar directo, sencillo, pero de gran potencia narrativa. Su obsesión por el estilo le llevó al extremo de confesar que gracias a esta obra ya podía morirse 'literariamente' tranquilo. En 1872, mientras avanzaba en sus manuales de lectura, redactó con la misma técnica un cuento más largo, El prisionero del Cáucaso, una joya que pulió hasta convertirla en una obra maestra. Sara Gutiérrez la ha vuelto a traducir al español, junto con los mejores relatos para niños que sirvieron para instruir a los alumnos de Yásnaia Poliana, respetando fielmente el estilo original de este gran clásico de la literatura rusa.

Lev Tolstói (Yásnaia Poliana, 1828 - Astápovo, 1910) Es uno de los novelistas rusos que más contribuyó a modernizar la literatura universal durante el siglo XIX. Hijo de una aristocrática familia de terratenientes, en 1852 se alistó en el Ejército y participó como oficial en la guerra de Crimea. En 1856 abandona la milicia, regresa a Petersburgo e inicia una serie de viajes por Europa en busca de nuevas experiencias pedagógicas que plasmaría posteriormente en la revista mensual Yásnaia Poliana, nombre de su localidad natal, en donde también abrió una escuela para niños. Intelectual comprometido con la sociedad de su tiempo, intentó que sus campesinos se hicieran con la propiedad de las tierras que trabajaban, aspiración frustrada que reflejaría en su última gran novela, Resurrección (1899). Entre sus obras destacan las monumentales Guerra y paz (1865-1869) y Ana Karenina (1876-1877). Maestro de la novela corta, es autor de títulos excepcionales como Felicidad conyugal (1859), La muerte de Iván Ilich (1886) o El padre Sergio, publicada póstumamente