Por una parte están las relecturas de los Hechos de los Apóstoles llevadas a cabo a lo largo de los años, desde Ireneo de Lyon (siglo II) hasta hoy. Ireneo estaba preocupado por el arraigo apostólico de la fe cristiana (artículo de Y.-M. Blanchard). Los investigadores de hoy día se preocupan por el valor histórico y la unidad de la obra, por las relaciones con el judaísmo y el arte del relato (artículo de O. Flichy).Por otra parte están las relecturas efectuadas y presentadas en el texto mismo de los Hechos, mediante citas o alusiones, según el llamado fenómeno literario de la intertextualidad. El segundo tomo de la obra a Teófilo está vinculado al primero, el evangelio, mediante un juego de remisiones (artículo de M. Berder). Las múltiples citas de la Escritura, en particular en los discursos de Pedro y Pablo, tienen una función teológica (artículo de Ph. Léonard y G. Billon). A veces Lucas apela al gran texto motor de las tradiciones judías o samaritanas, como en el discurso de Esteban (artículo de C. Tassin).