Sin identidad

Hace años, el gobierno se dio cuenta de que no tenía dinero para pagar la educación. Las empresas reaccionaron y crearon el Juego, un entorno ideado para los chicos en el que podemos aprender mediante actividades entretenidas, a nuestro ritmo y según nuestros intereses. El Juego nos da la libertad que no tenemos en la calle. Si a cambio las empresas nos observan para hacer estudios de mercado, ¿a quién le importa? El sistema nos beneficia a todos: al gobierno, a la economía y a los estudiantes. Entonces, ¿por qué ha aparecido en mi instituto un grupo que se opone al Juego haciendo gamberradas siniestras? ¿Quiénes son? ¿Qué quieren conseguir? Lo único que sé de ellos es su nombre: los Sin Identidad.

Rae Mariz nació en Estados Unidos, aunque lleva más de diez años residiendo en Estocolmo (Suecia), donde trabaja como traductora de sueco a inglés para productoras de cine y pequeñas editoriales.   En su país de origen finalizó Secundaria y consiguió un título de grado superior tras realizar un curso especial de dos años. Pasó algún tiempo en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Portland, pero no finalizó los estudios. Más tarde, hizo algunos cursos de idiomas y trabajó en varias bibliotecas públicas de Seattle, donde leyó montones de libros y nació su pasión por la literatura juvenil, antes de mudarse a Suecia. Allí también trabajó en un principio en la biblioteca infantil de la Casa de la Cultura de Estocolmo.   Tiene un hijo y, aunque suele viajar a menudo, confiesa ser bastante hogareña. Entre sus aficiones destacan los idiomas y los videojuegos. En su web oficial apunta que la edición española de Sin identidad, su primera y única novela hasta el momento, es su portada favorita y que le gustaría volver a la universidad para estudiar neurobiología.