Tres historias en torno a Gatsby

Mientras redactaba su obra maestra El gran Gatsby, Francis Scott Fitzgerald escribió una serie de historias donde ensayaba la relación entre un hombre hecho a sí mismo y una mujer frívola y rica, preferentemente rubia. Algunos fueron incorporados a la novela, otros sirvieron exclusivamente para construir esa atmósfera a ritmo de jazz, dominada por el alcohol y el lujo, que constituye el entorno de Gatsby. Tres de esos relatos -Sueños de invierno (1922), Dados, puño americano y guitarra (1923) y Lo más sensato (1924)- han sido seleccionados para componer este libro donde subyace el azaroso romance que Scott Fitzgerald mantuvo en vida con su mujer, la voluble y snob Zelda. En estas tres joyas se advierte claramente la herencia literaria de Mark Twain y se abre el camino a otros autores como Carson McCullers o Tennesse Williams. Son el retrato de una generación que triunfó en la Primera Guerra Mundial y se hundió en el Crack del 29.

Francis Scott Fitzgerald (Saint Paul, Minnesota, 1896 - Hollywood, 1940) Fue uno de los escritores más destacados de la Generación Perdida, a la que también pertenecieron Ernest Hemingway y William Faulkner. Cursó estudios en la Universidad de Princenton, pero los abandonó en 1917 para alistarse en el Ejército durante la Primera Guerra Mundial, aunque nunca llegó a entrar en combate. Su amor por Zelda Sayre, con quien se casó en 1920, marcó decisivamente su vida y su obra. La esquizofrenia de Zelda y su pasión por el lujo y la bebida obligaron a Scott Fitzgerald a escribir numerosas colaboraciones alimenticias para multitud de revistas, producción muy desigual entre la que, sin embargo, destacan algunos relatos que constituyen lo mejor de la obra de este autor. Después de su primera novela, A este lado del paraíso (1922), uno de los grandes best sellers de su época y el himno de toda una generación que mojaba sus penas en alcohol mientras bailaba a ritmo de jazz, llegaría su obra maestra, El gran Gatsby (1925). Murió prematuramente de un infarto mientras se ganaba la vida como guionista de Hollywood.