La ultrasonografía llegó para quedarse y ser adoptada por los intensivistas como una aliada estratégica, ganando día con día un lugar de más impacto en la práctica cotidiana, debido a que ha permitido la evaluación directa no sólo de la anatomía, sino también de un gran número de funciones orgánicas, lo que ha permitido un acercamiento a la fisiología y la fisiopatología. De esta manera, es parte integral del complejo ejercicio integrado por la clínica, los marcadores celulares, bioquímicos y moleculares y las técnicas radiológicas. Para poder llevar a cabo una ultrasonografía es necesario conocer los principios básicos de la onda de ultrasonido y sus aplicaciones, y reconocer sus ventajas, que incluyen ausencia de radiación, mayor portabilidad y la obtención de imágenes dinámicas en tiempo real, de modo que permite diferenciar entre neumotórax, neumonía, embolia pulmonar, edema pulmonar y enfermedad pulmonar obstructiva crónica o asma, en el caso de los pulmones. Asimismo, permite reconocer diferentes patologías para brindar un tratamiento oportuno.

Raúl Carrillo Esper. Academia Nacional de Medicina de México. Academia Mexicana de Cirugía. Instituto Nacional de Rehabilitación 'Luis Guillermo Ibarra Ibarra'. Profesor, Escuela Médico Naval. Juan Alberto Díaz Ponce Medrano. Director de la Escuela Médico Naval. Universidad Naval. Secretaría de Marina Armada de México. Eduardo Homero Ramírez Segura. Director de la Escuela de Posgrados en Sanidad Naval. Universidad Naval. Secretaría de Marina Armada de México. Ángel Augusto Pérez Calatayud Urgencias Médico-Quirúrgicas/Medicina del Enfermo en Estado Crítico. Coordinador de la Terapia Intensiva de Ginecología y Obstetricia del Hospital General de México 'Eduardo Liceaga'. Profesor Adjunto de Alta Especialidad en Medicina Crítica Obstétrica, Hospital General de México, UNAM. Coordinador del Grupo Mexicano para el Estudio de la Medicina Intensiva.